La inversión en el mercado inmobiliario continúa con el ritmo que comenzó en 2015. A cierre del año pasado, Europa alcanzó los 234.000 millones de euros en inversión inmobiliaria, un incremento del 7% respecto a 2016. Según datos de la consultora Savills Aguirre Newman, los mercados que experimentaron una mayor subida en el Viejo Continente fueron Austria, con un 74% de crecimiento, Rumanía (54%), los Países Bajos (46%) y Dinamarca (32%). España, por su parte, registró un volumen de inversión de 9.200 millones, un 9% más que el año anterior.
Durante el año pasado, el 50% de esta inversión que se hizo en el mercado inmobiliario europeo, el 50% provino de fuera de Europa, frente al 44% que supuso en 2016. Los inversores asiáticos fueron los más activos. Sin embargo, los estadounidenses fueron los responsables de las principales operaciones en Europa Continental. Los inversores domésticos fueron los más activos en zonas secundarias, con retornos más favorables.
En el caso de España, los inversores transfronterizos representaron el 65% del total, frente al 56% de 2016. El volumen fue poco más de 6.000 millones de euros, según datos de Savills Aguirre Newman, un 21% más que en 2016.
Marcus Lemli, responsable de Inversión Europea en Savills, cree que “la tendencia del capital foráneo de buscar activos de alto valor se mantendrá en 2018” y esperan más inversores asiáticos “procedentes de Londres para competir por activos en Europa Continental”. También, Lamli pronostica inversores “oportunistas” y lo que puede provocar un aumento de los precios en ciudades y ubicaciones secundarias, como Manchester, Rotterdam o Dusseldorf en el caso de Alemania.
Fuente: Idealista